Sergio Aguilar / / Martes 1 de noviembre del 2016
La festividad de los muertos en la costumbre mexicana es una fiesta a la propia muerte como representación.
Anualmente, según el calendario católico, los días con los que comienza el mes de noviembre se convierten en un ritual de antecedentes prehispánicos en el que cientos de familias visitan los panteones para honrar a los santos difuntos.
En un recorrido por los sepulcros del Jardín y Municipal de la ciudad de Veracruz, las escenas familiares se repitieron en las tumbas donde descansan los restos de hombres, mujeres, jóvenes y niños; aunque la asistencia es regular, se prevé que el buen clima permita que las personas se vuelquen a los cementerios.
Quienes por ahí pasaban fueron consultados y mencionaron que asisten porque desean mantener viva la tradición de visitar a sus difuntos, y que con la influencia de costumbres extranjeras o de creencias religiosas distintas a la católica, se corre el riesgo de perder dicha tradición.
Los que podían desembolsar en magnificencias, pagaban a grupos musicales para que entonaran algunas canciones que al familiar que se ha ido y que en vida le gustaban, cada canción interpretada puede costar hasta 60 pesos o más.
Si a eso le añadían que por la hora de los alimentos, los acompañantes solicitaban algún refrigerio o bebida de las que se venden en los stands a la entrada de los panteones, la visita a la tumba del familiar fallecido podía salir costosa.
Los comerciantes de flores y coronas no podían faltar, quienes reportaron que las ventas estuvieron muy flojas en días pasados, y que esperan repunten este 1 y 2 de noviembre, cuando regularmente acude un mayor número de personas.
En los camposantos se pudo observar la presencia de elementos de Protección Civil del municipio de Veracruz, Policía Estatal, Cruz Roja, Bomberos y Policía Naval llevando a cabo tareas de vigilancia y apoyo a quienes lo requieran durante estos festejos del Día de Muertos.