El País / / Martes 18 de octubre del 2016
Decenas de miles de civiles residentes en Mosul corren riesgo de ser usados por el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) como escudos humanos, ante el avance de las tropas iraquíes y milicianos kurdos iniciado este lunes sobre la ciudad, según han alertado este martes el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial de las Migraciones.
El CICR teme, según informa Reuters, que los milicianos yihadistas expulsen por la fuerza a parte de la población a las afueras de la ciudad, en la que viven alrededor de 1,5 millones de personas, para que queden atrapadas en el cambo de batalla y sirvan de protección a los extremistas. El CICR también reclama que se permita evacuar a los heridos de la ciudad para recibir tratamiento. La batalla puede desencadenar "la más larga y compleja situación humanitaria" de 2017, según la ONU.
Mientras aumenta el temor a que se desate una crisis humanitaria, las fuerzas iraquíes y kurdas continuan su avance sobre Mosul. Para el lunes por la noche, el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, informó de que los peshmerga habían retomado 200 kilómetros cuadrados —una extensión similar a la isla del Hierro—.
Las fuerzas iraquíes han tomado hasta este martes al menos 20 pueblos —algunos de ellos desiertos— en las afueras de la ciudad, según informa Reuters. Después de la interrupción de los combates durante la noche, el Ejército iraquí y los peshmerga han recuperado otras dos localidades cercanas a Al Qayara, al sur de Mosul, en las primeras horas del martes.
El asalto ha acabado con 18 yihadistas muertos, después de que los habitantes de estos pueblos, Al Lazaka y Al Hud, se levantarán contra ellos, según ha informado en un comunicado la Jefatura de las Operaciones para la Liberación de la Provincia de Nínive, informa Efe.
El ISIS perpetró 12 ataques suicidas contra las fuerzas que avanzaban sobre Mosul durante la primera jornada de ofensiva.
"El Daesh está desorientado, no saben si deben esperar ataques del este, el oeste o el norte", ha contado a Reuters Hoshiyar Zebari, un oficial kurdo que ha asegurado que no habrá un "ataque espectacular" sobre Mosul, sino un avance muy cauto por tratarse de una operación de alto riesgo. La ofensiva se centra por el momento en consolidar las posiciones alcanzadas en las afueras de la ciudad tomando las colinas y cruces de caminos cercanos.
Una idea que también han expresado este martes los ministros de Defensa francés e inglés. "No será una blitzkrieg [guerra relámpago]", ha dicho el ministro galo, Jean-Yves Le Drian, que ha asegurado que se trata de una batalla "crucial" por tratarse Mosul de "un baluarte" del Estado Islámico, y que podría alargarse semanas o incluso meses. "No será una operación rápida, esperamos que el ISIS luche duramente para mantener Mosul", ha expresado el británico Michael Fallon, para quien está claro que el grupo yihadista "está fallando" en Irak.
La Fuerza Aérea turca se sumarán a los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en apoyo de las fuerzas iraquíes, según ha anunciado este martes el primer ministro turco, Binali Yildirim, que primero aseguró que ya se había producido una implicación directa para rectificar horas después . El presidente Erdogan ya anunció este lunes que su país participaría tanto en las operaciones como en la mesa de negociaciones. Fuentes militares turcas aseguraron que 1.500 soldados instruidos por el Ejército turco toman parte en la ofensiva sobre Mosul, la mitad de los 3.000 que Ankara asegura haber entrenado en la base que estableció en Bashiqa, unos 15 kilómetros al noreste de Mosul, el pasado diciembre. La presencia turca en el norte del país es vista como una ocupación por Bagdad, que no quiere que el país participe en la batalla contra el Estado islámico en su territorio. Miles de simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr, contrarios a la intromisión de Ankara, se han manifestado este martes frente a la embajada de Turquía en la capital iraquí.
Mientras, en Europa, los Gobiernos francés e iraquí celebrarán este jueves en París una reunión con una veintena de países para preparar la hoja de ruta política tras la ofensiva sobre Mosul. "Es necesario anticipar, preparar el día después y la estabilización de Mosul tras la batalla", ha dicho Jean-Marc Ayrault, el jefe de la diplomacia francesa, que ha precisado que Irán no está invitado a la cumbre.
En Bruselas, el nuevo comisario de Seguridad de la Unión Europea, el británico Julian King, ha advertido este martes del riesgo de que la toma de Mosul conlleve la vuelta a Europa de "combatientes dispuestos a la violencia". "Es una amenaza muy seria para la que tenemos que estar preparados, aunque no deberíamos sobredimensionar ese peligro", ha declarado al diario alemán Die Welt, según recoge Efe. "Tampoco quiero minusvalorar el peligro porque un número muy pequeño [de terroristas] ya representa una amenaza seria", ha concluido.