|
Tierra de Babel |
Miercoles 23 de Septiembre del 2020
“Hemos hecho un trabajo tan pésimo en lo que respecta a administrar nuestro planeta que deberíamos tener mucho cuidado antes de intentar administrar otros”. Carl Sagan.
Aperitivo: “Polarización y confusión, es lo que vivimos en México, lo que me lleva a pensar en que está próximo el caos. Y eso, ¿a quién le conviene, amigo?”. (Comentario de mi amigo el taxista Crisóforo).
Ni modo, mis Tres Mosqueteros, parece que la frase “¡Todos para uno y uno para todos!”, por mucho que la repitamos, ya nadie la recuerda y ni siquiera la entiende, porque cada quien va por su lado y por sus intereses y “¡Sálvese quien pueda!” Los esfuerzos por fortalecer la ayuda mutua, la colaboración entre gobiernos y ciudadanos, para hacer frente a los problemas que enfrenta la humanidad, resultan mínimos y débiles. Se nos está yendo –o ya se nos fue- la oportunidad de reconstruir la convivencia a “como Dios manda” o de manera hermanada, porque, finalmente, desde el punto de vista que lo vean, estamos pa’ lo mismo: vivir. ¿Y qué estamos haciendo? Pos todo lo contrario. Las consecuencias están a la vista y las padecemos. No es cuestión de echarnos la culpa unos a otros; se trata, ahora, de unirnos, salvando las diferencias, derrotar a la bestia de mil cabezas que nos azota allá afuera y que, al mismo tiempo, llevamos dentro. Calma, que no cunda el pánico. Pero hay que reconocer, reconocernos, para combatir al enemigo y vencerlo. ¿Cuál enemigo? En principio nosotros mismos. Luego, el cruel y mortal mundo que hemos creado.
En el 75 aniversario de la ONU, el Secretario General António Guterres, expresó que “hoy tenemos un excedente de problemas multilaterales y un déficit de soluciones multilaterales”, que sólo los podemos enfrentar juntos, de una manera multilateral, y señaló que “nadie quiere un gobierno mundial, pero debemos trabajar juntos para mejorar la gobernanza mundial. En un mundo interconectado, necesitamos un multilateralismo en red, en el que la familia de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales, las organizaciones regionales, los bloques comerciales y otros actores trabajen juntos de manera más estrecha y eficaz”. Ahí ‘ta.
Especificó que entre los grandes desafíos de la actualidad se encuentran la desigualdad de género, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la pobreza, el crecimiento del odio, la escalada de las tensiones geopolíticas, la amenaza que siguen suponiendo las armas nucleares o los problemas que plantean algunas nuevas tecnologías. No, pos sí.
En la página oficial de la ONU, con el título “El mundo necesita solidaridad. Únete a #ONU75”, leo: “Las Naciones Unidas celebran su 75º aniversario en un momento en el que el mundo atraviesa grandes trastornos, agravados por una crisis sanitaria mundial sin precedentes que acarrea graves repercusiones económicas y sociales. ¿Saldremos más fuertes y mejor preparados para trabajar juntos? ¿O crecerán la desconfianza y el aislamiento? El año 2020 debe ser un año de diálogo, en el que, como familia humana, nos reunamos para hablar sobre nuestras prioridades y sobre la forma de construir un futuro mejor para todos.
“La enfermedad por coronavirus (COVID-19) nos recuerda con crudeza la necesidad de cooperar más allá de las fronteras, los sectores y las generaciones. Nuestra respuesta determinará la rapidez con que se recupere el mundo, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la forma en que manejemos los desafíos apremiantes: desde la crisis climática hasta las pandemias, pasando por las desigualdades, las nuevas formas de violencia y los cambios rápidos en la tecnología y en nuestras poblaciones.
“Sin embargo, el apoyo a la cooperación mundial flaquea justo cuando necesitamos más que nunca una acción colectiva. En muchos países, la confianza pública en las instituciones tradicionales se debilita y las relaciones entre los países están bajo presión. ¿Servirá esta pandemia para unir al mundo? ¿O llevará a una mayor desconfianza? El diálogo, y la acción, a nivel mundial son ahora más urgentes que nunca.”
Más claro ni el agua, aunque el agua corra el mismo peligro. Juan Villoro, en entrevista a propósito de la publicación de su antología de cuentos Examen extraordinario, expresó que la pandemia es nuestro examen extraordinario, y agregó: “Si hemos podido sobrevivir a la pandemia, no es solo por cuestiones sanitarias sino por cuestiones culturales. Por eso me parece muy preocupante que cuando los gobiernos hablan de medidas de emergencia, generalmente se refieren a medidas económicas y no medidas también culturales, porque no tiene caso reproducir la vida si no podemos ser sujetos integrales. Yo creo que quienes hemos estado en el encierro saldremos con una avidez, con una curiosidad más grande de conocimiento y lectura. No sé qué tanta importancia tendrán los libros, que ya no son tan importantes como lo fueron en otras épocas, pero creo que jugarán un papel determinante”.
Ahí, una solución.
Los días y los temas
No sé qué tanto haga usted encerrado en casa, al fin y al cabo, es su vida y, como tal, es de dominio –iba a escribir demonio- privado, obvio, pero cuídese de los chismosos, fisgones y voyeristas. En fin. Según una encuesta de Statista, “alrededor del 37% de los hombres y 25.5% de las mujeres en México reportaron un incremento en el consumo de pornografía durante la pandemia por Covid-19”.
Por otro lado, “datos de PornHub muestran que el consumo de pornografía en línea en el país se disparó a partir del confinamiento. Los datos de la primera semana de marzo del sitio PornHub muestran un incremento de entre 1% y 4% del consumo de pornografía por encima de lo habitual pero el 23 de marzo, cuando inició la Jornada de Sana Distancia, la cifra creció a 18% sobre un consumo promedio diario. Para el 25 de marzo, el consumo creció 41.5% sobre el promedio del día y el 11 de junio tuvo un gran incremento de 46.7% al igual que el 2 de julio cuando el dato aumentó 48.4%.” (eluniversal.com.mx, 22-09-20).
Pos allá cada quien.
De cinismo y anexas
Bueno, pos yo leo y… por eso les comparto el texto “Preciso”, de Hernando Pacheco, publicado en El libro de la imaginación, de Edmundo Valadés:
“Un hombre, al pasar ante una cantera, vio a tres operarios labrando la piedra. Preguntó:
–¿Qué hace?
–Ya ve, cortando estas piedras.
El segundo le dijo:
–Preparo una piedra angular.
El tercero se limitó a decir impávido.
–Construyo una catedral.”