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Editorial |
Miercoles 9 de Enero del 2019
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez volvió a dar muestras de un gran sentido humanitario, al escuchar las opiniones de los habitantes de la región de Chinameca y al mismo tiempo respetar sus decisiones.
Ahí, en la tierra de la carne enchilada y la memela tradicional, donde la gente es de una sóla palabra, firme y decidida, el gobernador sacó el capote, 39 días de haber protestado como jefe del Poder Ejecutivo.
Así como exigió respeto a la democracia y a la voz del pueblo el 1 de julio del año pasado, cuando obtuvieron el triunfo Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y él a la gubernatura, de la misma forma este miércoles se manifestó respetuoso de la decisión de los habitantes que rechazaron la instalación de un relleno sanitario en ese municipio.
Sin mostrar ventaja en el micrófono, fue cediendo la palabra a los que quisieron participar con sus propias opiniones respecto a la instalación de ese basurero.
Los escuchó con calma y respetuoso dijo que si la decisión era un no a ese relleno sanitario, él estaba de acuerdo porque siempre va a ser respetuoso de la voluntad popular.
No fue impositivo, ni se alteró en sus expresiones, por el contrario, ofreció la construcción de una clínica con medicina y servicio médico diario, dotar de agua a algunas comunidades y pavimentar las principales vías de acceso a algunos municipios de esa región.
En ningún momento hubo confrontación de ideas, menos de palabras, todo se llevó a cabo en orden y tranquilidad como lo ha mostrado en otras ocasiones.