Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Dios salve a Flavino

Martes 11 de Abril del 2017

Flavino Ríos Alvarado es una bomba de tiempo para el yunato.
El oaxaqueño que se sentó en la silla principal de Palacio de Gobierno en los 48 días en los que vivimos en vilo, podría de transitar de villano a mártir.
Y entonces el panorama se tornaría tormentoso para el gobernador Yunes.
Si a Flavino le viene un infarto en Pacho Viejo, en el Hospital Ángeles o en su casa de Las Ánimas, el depositario de las culpas sería Miguel Ángel Yunes Linares.
En que entuertos está metido el inquilino bienal del Palacio de Gobierno.
Su bandera justiciera, su espíritu inquisidor, su ánimo carcelario, su ímpetu trasnochado en la persecución frenética de sus enemigos políticos, podría caerse.
Sería su Waterloo.
Dios salve a Flavino.