El Dictamen

Domingo 15 de Octubre del 2017

El Dictamen, el periódico más longevo del país, vive una metamorfosis.
Han transcurrido 120 años desde su aparición. Ha resistido a todo; hasta a la familia que lo dirige.
La semana pasada, el formato del periódico decano de la prensa escrita, sufrió un tijeretazo histórico.
De formato asabanado, se configuró en formato estándar estilizado.
Ahora sale a las calles más delgado, más fresco, sin tanto equipaje en un viaje difícil, de sobrevivencia diaria.
Miguel Alemán Velasco, en la plenitud del poder quiso comprar el cabezal de El Dictamen, sus mazmorras donde se atornillan las prensas, reliquias del periodismo impreso.
Ofreció 40 millones de dólares.
La respuesta fue negativa.
Doña Bertha Rosalía Malpica Martínez de Ahued, casada con la historia misma del añejo rotativo le pidió 60 millones de billetes verdes, en un intento por desanimar al poderoso cachorro de la revolución mexicana.
En respuesta, las huestes de César Toimil Roberts acamparon en la glorieta ubicada enfrente del bunker impenetrable de El Dictamen. Hasta una res mataron.
Ahora, los tiempos modernos obligan al Dictamen a ponerse a dieta.
El periódico, objeto de estudio de semiólogos, comunicólogos, politólogos e historiadores, resiste el huracán de las efímeras y veleidosas redes sociales.