Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Santa Inquisición

Martes 1 de Agosto del 2017

Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, arde en la hoguera mediática.
Los mafiosos, narcotraficantes, tratantes de blancas, criminales profesionales, existe una regla de sangre: no meter a la familia en las vendettas.
La parentela en primer grado se respeta, los amoríos extraconyugales ni siquiera son objeto de escrutinio.
Aquí en el estado de Veracruz, donde pende una segunda advertencia de alerta de género, las mujeres son violentadas desde el poder.
Aquí en Veracruz la mujer no vale, no tiene de derechos, ni siquiera a decidir por sí misma sobre su cuerpo.
Aquí en Veracruz la mujer padece una regresión cavernícola.
Aquí En Veracruz se hace festín con una adultera, cuyo único delito fue recibir regalos de un gobernador corrupto.
Aquí los amores clandestinos son más penados que la delación de los secuaces de Javier Duarte que hoy gozan de cabal impunidad.
Aquí en la aldea veracruzana nos regodeamos con la desgracia colectiva de las mujeres, indefensas, pisoteadas, humilladas, exhibidas.
Que tristeza