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CIENCIA Y TECNOLOGíA


Crean un cristal que se autorrepara en segundos



Muy Interesante / Japón / Miercoles 20 de diciembre del 2017

Un estudiante de la Universidad de Tokio, Yu Yanagisawa, estaba trabajando en el desarrollo de un nuevo adhesivo cuando, por accidente, obtuvo un resultado muy diferente a su objetivo inicial.

Yanagisaw cortó sin querer el polímero de baja presión molecular con el que trabajaba. Sin embargo, no tardó mucho en percatarse de que el quebrado del material volvía a unirse al poco después, si se mantenía bajo una presión leve.

"Es muy robusto desde el punto de vista mecánico, a la vez que puede repararse rápidamente aplicando presión en las superficies fracturadas", asegura el profesor Takuzo Aida, director del equipo japonés.

Los investigadores realizaron pruebas posteriores para verificar que este hecho no había sido producto de una mera casualidad. Y, en efecto, no se trataba del azar: el nuevo polímero de baja presión molecular tiene propiedades de autorreparación nunca vistas.

A diferencia de otros polímeros, que también tienen la capacidad de autorrepararse, este nuevo material no necesita altas temperaturas para que se lleve a cabo el proceso reconstructivo. Hasta ahora, era necesaria una temperatura de aproximadamente unos 120º C para reorganizar su estructura.

En cambio, el vidrio que se fabrica con este nuevo material puede repararse presionando con los dedos (a una temperatura aproximada de 21 º C) las piezas rotas durante unos cuantos segundos, llegando a recuperar su resistencia original después de unas horas.

Bueno, Barato y Ecológico
Expandir la gama de materiales que se pueden reparar es un desafío importante para las sociedades sostenibles. Los polímeros no cristalinos de alto peso molecular generalmente forman materiales mecánicamente robustos, que, sin embargo, son difíciles de arreglar una vez que están fracturados.

Ya se habían desarrollado materiales como el caucho autorreparable, pero los científicos aseguran que es la primera vez que se crea una sustancia dura que puede recomponerse a temperatura ambiente.

Las aplicaciones que puede tener este tipo de polímero abarcan una amplia gama de posibilidades. Una de las utilidades más cercanas e inmediatas es en la tecnología que usamos día a día: este vidrio tiene la capacidad de utilizarse para diferentes dispositivos electrónicos, como las pantallas de nuestros móviles u otros aparatos frágiles.

Como norma general, las reparaciones de estos cristales siempre han sido bastante costosas, y los protectores deben cambiarse con regularidad cada vez que sufren una fractura. Por ello, este descubrimiento parece ser una gran solución al problema de las pantallas de los teléfonos.

"Espero que el vidrio que se repara a sí mismo se convierta en un nuevo material amigable con el medioambiente, que no haga falta tirar cuando se rompa", destaca Yanagisawa, aportando la visión ecológica de este polímero.