Veracruz, Ver.

     
INSóLITAS Y CURIOSAS


Por sólo '20 pesitos' este hombre limpia huesos y osamentas



Excelsior / Ciudad de México / Jueves 2 de noviembre del 2017

Pocas personas tienen presente cada día a la muerte, como su sombra, como aquella cómplice de vida. Don Venancio trabaja como sepulturero en el panteón de Pomuch, pueblo maya y villa de Campeche, desde hace 19 años.

Se encarga de mantenerlo limpio y es quien entierra a las personas de la localidad, pero la actividad que hace más famoso a este personaje es la que lleva a cabo una semana antes del día de muertos: limpiar los huesos y osamentas de la mayoría de los habitantes del cementerio.

Existe la tradición en esta localidad de limpiar a los muertos y cambiarles los paños antes de la llegada de las ánimas, pero ya mucha gente prefiere pagarle a Don Venancio para que realice este trabajo.

"Cobro 20 pesitos por cada cambio de paño y 150 si es la primera vez, porque tiene uno que limpiarlo porque sale mojado y hay que dejarlo seco", cuenta, es decir, exhumar un cuerpo humano, limpiarlo y colocarlo en una caja que funge como nicho.

"Muchas veces viene con los intestinos revueltos y así es más difícil porque huele más", cuenta tranquilo y apaciguado, como si se tratará de una simple actividad que cualquiera estuviera dispuesto a realizar.

Mientras platicamos, con una mirada tranquila, empieza a limpiar cada hueso del finado como si se tratará de un familiar propio, con delicadeza va colocando cada hueso en su lugar hasta finalizar con la calavera en la parte superior de la caja abierta, "para que vea y disfrute de sus días", afirma.

Por día, Don Venancio, en esta temporada de limpieza, gana alrededor de 300 pesos diarios si bien le va, como él mismo dice mientras espera a un cliente que nunca llegó a la hora programada para realizar una exhumación, la cual está permitida en este lugar bajo las leyes de usos y costumbres.

Un trabajo singular para un enigmático personaje dentro de este místico sitio del sur de México en donde existe una real conexión entre la vida y la muerte.