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Cien edificios del centro histórico de Veracruz se caen en pedazos



Manuel Carvallo/Especial / / Domingo 6 de noviembre del 2016

Mas de cien edificios centenarios del Centro Histórico de Veracruz, se caen en pedazos, ante la mirada ciega y los oídos sordos de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que, desde hace décadas, nada han hecho para rescatarlos de la ruina.

Según registros del instituto, en el primer cuadro de la ciudad hay cerca de 500 edificios catalogados como históricos, de los cuales un porcentaje cercano al 20 por ciento requiere de atención inmediata, sin embargo no obliga a sus propietarios, la mayoría particulares, ni los expropia.

La última ocasión que el INAH dio señales de preocupación por lo que sucede en el Centro Histórico de Veracruz, fue cuando el entonces titular, realizó un censo y amenazó con aplicar multas e incluso aplicar la ley para expropiarlos, sin embargo todo quedó en eso, en una simple amenaza, pese a que reconoció que muchos se encuentran abandonados, mientras que otros requieren de atención, pues la infraestructura presenta severos daños.

Recientemente Carmelina Priego Medina, arquitecto perito del INAH, reconoció que al menos 20 edificios del Centro histórico se encuentran en completo abandono y a punto del derrumbe, “porque sus propietarios se han negado en todo momento a rehabilitarlos”.

En su momento dijo que tienen más de 30 años que no se les da una “manita de gato” y por ello tratarían de dialogar con los dueños para que se unan a la rehabilitación del Centro histórico, sin embargo no pasó nada.

Como última instancia, volvió a repetir que no se descarta la posibilidad de expropiación de los inmuebles por dejarlos en abandono, para que las autoridades se hicieran cargo de ellos.

Pero tampoco pasó nada.

Con estos edificios en abandono de poco o nada sirve que las autoridades se gasten cientos de miles de millones de pesos en los que ellos llaman “Rescate del Centro Histórico”, si las otras instancias, como los particulares, no hacen su parte y la decisión de expropiar o no los inmuebles abandonados está en manos de las autoridades municipales, estatales y federales, pero por desgracia tampoco hacen la suya.