Veracruz, Ver.

     
ESTATAL


Festejan feligreses a San Judas Tadeo en su día



Manuel Carvallo / / Viernes 28 de octubre del 2016

Fe y fanatismo, devoción y comercio, rezos y blasfemias, bendiciones y mentadas, feligreses y mercaderes, se entremezclan todos desde muy temprana hora entre miles y miles de fieles que acuden a rendirle tributo los días 28 de octubre al Santo más venerado en México: San Judas Tadeo, “Santo Patrono de la banda malandra”.

La cita donde se congrega la mayoría de los devotos de "San Juditas" (como le llaman coloquialmente), a quien lo mismo veneran, que respetan y temen (porque dicen que cuando se enoja, hay que tener cuidado), es en cualquier recinto religioso que tenga en su interior una imagen de él

Sin embargo, su templo donde realmente es el Santo Patrono, es la iglesia de San Hipólito y San Casiano, dos mártires de los tiempos de la conquista, localizado en la esquina de la avenida Reforma y Miguel Hidalgo, en la ciudad de México.

El recinto católico data de 1581 y fue edificado sobre los cimientos de la antigua "Ermita de los Mártires", en la colonia Guerrero, zona que cada día 28 debe ser acordonada, debido a la gran cantidad de devotos que asisten a ella, en su mayoría "chavos banda", afectando gravemente la circulación vehicular de las avenidas Reforma, Hidalgo y otras.

Es verdaderamente admirable la devoción que la gente, pero sobre todo, los "chavos banda" tienen por su santo patrono, "San Juditas", como ellos le dicen, a pesar que muchos (no todos) acuden aún con la "mona" en las manos impregnada de activo o thiner.

Aunque la banda sea muy malandra, vienen a las iglesias todos a respetar a 'San Juditas', los comerciantes también, a los policías, nadie acude a pasarse de listo, porque antes que lo castigue el jefe (San Judas Tadeo), la misma banda le da su estate quieto.

La devoción en él es tan grande, que quien no carga con sus santitos se viste como el mismo Santo Patrono, llegan solos, en pareja, en banda, ya sea en camión o a pie, pero no faltan a las misas de cada día 28.

La celebración de todos los días 28, no es porque sea la fecha de su nacimiento, sino de su sacrificio, ya que se sabe que San Judas Tadeo (cuyo nombre significa: "Alabado sea Dios y valiente para proclamar su fe") y el apóstol San Simón fueron presos y martirizados en Persia, donde predicaron el cristianismo y fue el 28 de octubre, aunque no se establece con precisión en qué año fueron sacrificados.

Según las sagradas escrituras, San Judas Tadeo es muy milagroso e intercesor directo con nuestro señor Jesucristo, dado que es su primo hermano, pues era hijo de Alfeo Cleofás, hermano del señor San José, y de Miriam Antera, hermana de San Joaquín, padre de la virgen María.

De tal suerte, que se dice que es él quien puede interceder directamente ante Jesucristo para cualquier petición, aunque también se advierte que si se le promete algo lo mejor es cumplirle, "porque tiene fama de castigador cuando no se le cumple".

Se dice, entre los mismos devotos que es protector de ladrones y suripantas, aunque a juicio de clérigos, no hay ninguna base para afirmar tal aseveración; sin embargo, es común que los días que se le festeja, los templos donde se le venera sean visitados por personajes de toda laya, pues incluso ahí se ha visto a gobernadores como Fidel Herrera Beltrán, políticos y periodistas de todos los medios.

Uno de los mitos que circula entre la gente, aunque para los sacerdotes no es cierto ni tiene validez alguna, es el hecho que para que realmente sea milagroso y cumpla con todo lo que se le pida, se deben de tener en la casa tres "San Juditas": uno regalado, otro comprado y el tercero robado, versión desmentida por los mismos capellanes de los templos.

El día de su festejo, es normal observar a hombres, mujeres, niños y niñas y hasta bebés, ataviados con la túnica de San Judas Tadeo. Rostros patibularios de verdaderos lacras, chavos banda, pero eso sí, muy devotos, también lucen el hábito del Santo.

Obreros, amas de casa, uno que otro figurín trajeado y de corbata y miles de personajes, todos cargando a "San Juditas", bien de bulto o cuando menos, su imagen en llaveros, estampas o en diminutas figuras dentro de cápsulas de plástico, además acuden de todas partes de la República a rendirle tributo.

En la interminable romería que comienza desde las siete de la mañana y concluye hasta entrada la noche, tiempo en el que hay misas cada hora, los devotos, en el caso de los amigos de lo ajeno, van a pedir que les vaya bien en su "trabajo", es decir, que los ayude a delinquir o bien a dar gracias porque luego de su ilícito, no los atraparon.

Y al igual que en el tiempo en que Jesús fustigó y corrió a los mercaderes que inundaron el templo, decenas de comerciantes de todo tipo abarrotan las iglesias, con decenas de puestos de artículos religiosos y no menos de 150 más de comida, antojitos, dulces, artesanías, fayuca, piratería y flores.

Así, entre buenos y malos, comerciantes, ladrones, hetairas, devotos, feligreses y limosneros, lo cierto es que "San Juditas" o San Judas Tadeo, como usted lo prefiera, es el santo más venerado en México y sobre todo por "la banda malandra".