Veracruz, Ver.

     




Vivir con esperanza, no en la espera.



Miercoles 18 de Octubre del 2017

“No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo”.

-No te rindas, Mario Benedetti.

Despiertas, miras el reloj, es tarde, tomas el celular, te pones al día. Te bañas, desayunas, en el mejor de los casos, y sales a prisa. El día continúa, las tareas son muchas, las ganas pocas, estás disperso, te imaginas en otros escenarios, ¿Dónde más podrías estar?, ¿Qué haces en ese lugar?, ¿A dónde quieres llegar?

La rutina resulta devastadora algunos días, otros, facilita la existencia. Siempre hay “algo” que te impulsa a continuar, inclusive, a veces, te saca una sonrisa, ¿Qué será?, ¿Qué es?, y te emociona aunque aún no sucede, es la esperanza.

Ese estado de ánimo que te permite ver y juzgar las cosas en su aspecto más positivo o más favorable. Después de haber visualizado ese “futuro utópico”, lo abrigas y abrazas con anticipación.

Motiva pensar que puedes conseguir un mejor empleo, comprar una casa, un coche, encontrar una persona digna de amar, formar una familia, o mejor en solitario viajar por el mundo.

No todo es sólo sobre ti, también piensas en colectivo, en tu comunidad, en tu ciudad, en tu país, en lo maravilloso que puede llegar a ser. Podría ser un lugar más limpio, más seguro, ordenado, democrático.

La esperanza es ver alcanzable lo que deseamos. Realmente, ¿Cuál es su utilidad en la vida humana?

Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia, quien ganó el Premio Oskar Pfister de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos, y recibió 29 doctorados honoris causa de distintas universidades; entre ellos, uno de la Universidad Francisco Marroquín, institución que también le honró con la clínica de Psicología que lleva su nombre, escribió e investigó acerca de la importancia de la esperanza sobre la capacidad humana para trascender ante las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y le dé sentido a nuestras vidas.

La Logoterapia es la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia, la primera es el psicoanálisis de Sigmund Freud y la segunda es la psicología individual de A. Adler.

Viktor Frankl dijo que la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle sentido a la propia vida, a la vida tal cual es y toda vida por más adversa que sea siempre tiene algún sentido. La Logoterapia es una actitud ante la vida caracterizada por el protagonismo y la esperanza

Sin embargo, la esperanza puede hacer que el ser humano se estanque en su presente por estar imaginando un futuro ideal que no alcanzará si no es congruente en su actuar. No se trata de esperar a que suceda, la esperanza debe ser objeto de inspiración, esa es su función.

Todos necesitamos una palmada en el tiempo de angustia, saber que es un mal momento, pero no será así para siempre, porque mañana podrás volver empezar, tal vez el miedo siga ahí, tal vez los problemas continúen, pero tú habrás cambiado, y ahora serás capaz de enfrentarlo. No tenemos control sobre los acontecimientos que nos pasan, pero sí sobre la actitud que tomamos frente a ellos.

Por otro lado, la esperanza nos hace crear expectativas, y si no las alcanzamos, pueden crear un sentimiento de enojo, tristeza y frustración. Como dijo un día el estadounidense Les Brown, “Apunta a la luna, incluso si fallas aterrizarás entre las estrellas”.