Los de atrás se quedarán

Martes 20 de Diciembre del 2016

A Pepe Yunes, otra vez le están comiendo el mandado.

Lo están dejando fuera de la jugada, como sucedió hace unos meses cuando Héctor Yunes Landa le arrebató la candidatura al gobierno del estado por el PRI.

El paisano, (oriundo de Perote) no termina de despegar. Su estilo caballeroso de hacer política le sigue sin funcionar.

Apenas 18 días después de la derrota del partido tricolor, el senador aseguró que para las siguientes elecciones del 2018, buscaría “con todo” la candidatura a la gubernatura del estado.

“Que no quepa la menor duda: en 2018 estaré buscando la candidatura de mi partido a la gubernatura de Veracruz”, dijo.

“Voy firme al 2018” también aseguró.

Pero ya ha pasado medio año de eso y hasta ahora no se ha visto la firmeza y la determinación para buscar la candidatura en el 2018.

Ya se le adelantó Miguel Ángel Yunes Linares, promoviendo la imagen de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien desea heredar la administración. El alcalde de Boca del Río, ha aprovechado muy bien su calidad de presidente municipal para proyectarse e inteligentemente ha hecho buen uso de la tecnología para posicionarse en las redes sociales con el streaming.

Las circunstancias en que Javier Duarte dejó al estado, le pusieron en bandeja de plata la gubernatura a Miguel Ángel Yunes Linares y tal parece que los priistas también se la dejarán fácil al próximo candidato del PAN.

Pero peor aún que los panistas se le adelanten, es que a Pepe Yunes, también lo está adelantando, otra vez, Héctor Yunes Landa con quien había firmado un pacto que se rompió a las diez de la noche del pasado 5 de junio, cuando los resultados no le favorecieron en la votación.

A como dé lugar, Hector Yunes quiere, necesita, le urge, aparecer en escena, copia el estilo de Carmen Salinas, opina y habla de todo para mantenerse posicionado y que el electorado no se olvide de él.

Pretende cogobernar junto con su primo Miguel Ángel Yunes Linares, asintiendo o criticando mediante boletines y declaraciones cada paso que da el nuevo gobernador, como si a éste le importara lo que opina.

A pesar de ello, se aferra e insiste, hace de todo, hasta caer en lo ridículo y en lo chocante, con tal de que los medios y la gente lo vean.

No le importó romper el pacto, casi de sangre, que firmó con Pepe Yunes, con tal de buscar nuevamente la gubernatura, tiene hambre de ella, al grado incluso de pasar por encima del respeto al derecho del peroteño.

Pero a Pepe Yunes no se le ve la firmeza con la que habló el pasado 23 de junio en el café de la Parroquia de Veracruz, acompañado de Héctor Yunes y de Amadeo Flores Espinosa.

A Pepe Yunes le gana la cordialidad, es afable, es afectuoso y respetuoso de los modos, de las formas y de los tiempos, aunque estos se le vayan.

A Miguel Ángel Yunes apenas logró darle un arañazo, a través del Twitter tras el desencuentro verbal que tuvieron sobre el tema de la desincorporación fiscal del estado de Veracruz.

Tres días después, a través de la misma red social, aplaudió el apoyo que dará la Secretaría que encabeza “su compadre” al estado de Veracruz y también habló sobre el tema del endeudamiento, tras el anuncio que hizo el gobernador de solicitar un préstamo para enfrentar la crisis de diciembre.

Pero nada fuerte, nada contundente, nada que lo proyecte hacia el 2018. No es mediático o su área de prensa no lo ayuda y eso es preocupante.

No se acerca a los medios de comunicación, no convoca, no declara, no aparece, no figura y como dicen por ahí “Santo que no es visto, no es adorado”.

Su trabajo es más interno, con los sectores, con la militancia, dice él, pero hasta en el Comité Estatal, Héctor Yunes ha metido mano para lograr nuevamente su designación como candidato.

Pepe Yunes va a tener que cambiar la estrategia e ir “con todo” si en verdad quiere buscar la candidatura y sobre todo, ganar las elecciones de 2018, pues el PRI la tendrá todavía muy difícil, no será fácil quitarse el estigma de Javier Duarte.

Está visto que a los veracruzanos les gusta alguien que les resuelva los problemas y que el personaje se vea en acción y en ese sentido, Pepe Yunes, tiene mucho por hacer.

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